Nos miramos a luz y a contraluz
hurgamos nuestras entrañas
centrifugamos las ideas
para analizar sus sedimentos
nos revolvemos
nos desmenuzamos
cocemos nuestras heces
en nuestras propias lágrimas
espectrografiamos los versos
que en la borra de la sangre
huérfanos quedaron
Observamos
hacia dónde vuelan nuestros ojos
y en un puñadito
arrojamos nuestros huesos
nos alambicamos
nos diluímos y nos concentramos
y en el atanor de los sueños
nos vaporizamos
para hacer cromatografía
de nuestros pensamientos…
…y no hay más premonición
que la de un pasado incierto.
— DHB