Esas callecitas empedradas
de mi José Mármol se resisten
a entregar la flor de la memoria
que bajo sus plátanos pervive.

Adoquines desgastados
por una luna que canta
y un corazón estrellado
por sus esquirlas de plata.

Barrio, hoy te canto porque sé
cómo te quiero ver.

Quiero en tus patios escuchar esas guitarras
que acompañaron con amor toda mi infancia,
quiero potreros embarraos para un fulbito,
quiero aturdirme por las noches con tus grillos.

Aunque los sapos ya no cantan en tus zanjas
y han asfaltao
tu corazón
esas callejas empedradas que perduran
son los custodios del recuerdo y la emoción.

Y aunque Don Castro ya no pase con su carro
y ya no exista
aquél zanjón
este el Mármol de mi edad fresca y florida.
Barrio que sos, te canto hoy.

Toda la emoción
todo el corazón
anda por tus calles arboladas
sintiendo latir
todo lo que fui
lo que sigo siendo hoy.

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Y aunque Don Castro ya no pase con su carro
y ya no exista
aquél zanjón
este el Mármol de mi edad fresca y florida.
Barrio que sos, te canto hoy.

DHB
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