Vestal
Encendida en el vano de la noche,
flamígera y mortal,
las ascuas de tus ojos me calcinan,
hoguera nocturnal,
y es la copa nociva de tu boca
mi destino final.
Tus alas membranosas
despliegan su arco iris de misterio
y vas sobrevolando
el prado florecido de mi lecho
como rapaz centella
que apunta a lo inflamable de mi pecho.