OrquideAlucinadA

Subite a las columnas de humo tenue
que ondulan en el horizonte odiado y anhelado

en el lomo de una tortuga marina
recorré el submundo de lo sueños
donde la cálida boca espera devorarte

hundite en el deseo sangriento de mi vientre
que te abarca
como la noche madre
y te acuna
cuna… cuna…
y te acuna largamente

poné tu pecho al rayo del destino
y torcelo hacia tu vida
acariciá tu alma
llenala de silbidos
de chispas incandescentes

desencadená la tormenta de tus ojos
que llueva tu interior sobre el mundo distraído
sorprendiéndolo de amor
de amor embravecido

levantá tu risa como una espada sacra
como una lanza de pimpollos tiernos
y degollá la muerte
someté las miserias
al embrujo tibio de tus manos

sacudí el tedio vespertino con estrellas
y con roja voz cantá el canto del viajero
que espera a un lado del camino
el fin de la agonía del reloj impaciente

bailá bajo la luna
la lenta danza del olvido
que al compás de los dóciles cometas
los grillos ejecutan
semidormidos.

Una nube de ojos oculta gran secreto
sencillo
interminable
acercate a ella de puntillas y soplá
dispersá su mirada multitudinaria
sorbé el enjambre de pupilas
agigantate
y flotá en la noche congelada
estupefacta
que con voces de estrellas te ovaciona
emocionada.

Reí
volá
nadá sobre las casas en la penumbra del alba
proyectate
subí
bebé tu alma.

— DHB