Secciones
Un manto amarillo
irradia su calor sobre los lomos
de las hojas frescas y brillantes
suena la flauta azul del cielo
en el nicho florecido de la oreja de la tarde
hamaca su ansiedad de proteínas
el óctuple equilibrio de una araña
sacia su sed el proyectil nervioso
en el cuenco de una flor que sueña colibríes
el samurai alado
suspende su esgrima ponzoñosa
y cultiva cucuruchos dulces en las ramas
ocultan las dichondras
los secretos hervores de artrópodos minúsculos
y bajo el pasto
no
más profundo aún
serpientes diminutas
sin efigies ni tótems vocativos
anudan su viscoso proceso de detrito
zumban violines y ocarinas
destellos metálicos de azules y de verdes
en un anfiteatro sin paredes
un rítmico toc-toc
devela manjares tuneleros
y brisas esporádicas
furtivas
parecen esconderse en el follaje
no hay firma en este lienzo
en esta partitura
en esta armoniosa y colectiva construcción
orfebres
bailarines
tramoyistas del aire
virtuosos y felices ejecutantes tácitos
sinergia natural
el todo es lo mínimo
es todo
y es lo máximo.
— DHB
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera