Secciones
Un nácar ceniciento
extiende su indefinición al horizonte.
Las arenas despeinan
la mudanza fundante de los médanos
que reptan hacia una ciudad de lomos bayos.
Unas huellas menguantes
esquivan el tosco crucifijo de una rama seca
clavada en la posible tumba de un misterio.
Y el eco sin fin de las gaviotas
repitiendo con portuaria resonancia
el nombre de esta tarde
¡oh, melancolía!
— DHB
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera