OrquideAlucinadA

No es lo mismo andar desnudo por la calle
que tomar un café en el Aconcagua
ni esperar el tren en José Marmol
que llorar penas en el baño
sobre una loza fría y confidente.

No es lo mismo leer El Capital
que patear hormigeros en verano
ni es lo mimsmo silbar a las calandrias
que comerse un helado de churrasco.

Subir con la mente a unas caderas
no es lo mismo que bajar
al sótano del alma.

Ni apretarse un dedo con la puerta
es igual a flotar sobre la lava.

No es lo mismo y sin embargo.

No es lo mismo ser uno y ser distinto
que toser la flema del tabaco.

Tampoco arañar la soledad
es igual a mirarse en el espejo
que nos miente tantas veces.

Emerson Lake and Palmer en la oreja
un tinto a las tres de la mañana
autismo voluntario en la ventana
no son la misma cosa.

Ni el aullido soltado al tránsito imposible
es la tostada con manteca feliz de la mañana
el mate humeante con amigos
no es igual a ecuasiones irresueltas
en un aula poblada de muñecos.

No es lo mismo y sin embargo… si.

— DHB
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