La gran farra
El día que me muera no me lloren,
ya en vida me han llorado los que he herido,
ellos festejarán con fundamento
mi huida de este mundo y su olvido.
Festejen mi partida como ellos
aquellos que, indulgentes, me han querido;
festejen, pues retorno al origen
de todo lo por ser y lo que ha sido.