Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas... necesarias

OrquideAlucinadA

mis pruebas

(bolsillo/mis pruebas)

Ejemplo de Tabbox

Poesía

La gran farra


El día que me muera no me lloren,
ya en vida me han llorado los que he herido,
ellos festejarán con fundamento
mi huida de este mundo y su olvido.

Festejen mi partida como ellos
aquellos que, indulgentes, me han querido;
festejen, pues retorno al origen
de todo lo por ser y lo que ha sido.

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Prosa

Extensa disquisición

Extensa disquisición que tratará de explicar -desarrollando punto por punto, analizando cada arista de la materia que nos ocupa con distintos filtros para poder apreciar diferentes perspectivas- por qué no soy poeta.

  1. Capítulo I
    1. Título I

Porque la realidad siempre es más sublime, más terrible y más anodina que lo que culaquier pluma pueda garabatear.

Fin del documento.

DHB

Humor

Oboe

A veces la melancolía
martillea con su oboe cadencioso

sólo a veces

la mayor parte del tiempo
es un pedo en el que me refocilo.

DHB

Nubes a cuerda

Cric crac

Haciendo chirriar sus engranajes
el pájaro mecánico
intenta el movimiento

como un otoño solar
se desprenden y planean
sus plumas de fuego

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Ocaso aplacó tus vapores agresivos
y una brisa a contramano
no alcanza a rizar tu epidermis aceitosa
cuyas lácteas lunecencias
ondulan, como boas ancestrales,
hacia un remoto origen de yemas optimistas.

Cinta de luto, aún más anochecida,
con una hebilla de plata que trae del recuerdo
orillas frescas y juncos estremecidos.

¡Pobrecito animal manso y apaleado!
En tu agónico reptar de pluviales movimientos
aún persiste la memoria del vergel y los jazmines.
Esta noche olvidás la ofensa suburbana
y brillás,
generosa guirnalda que se tiende

desde mi desazón al ojo ebúrneo
que nos mira discurrir conjuntamente
en un intento terco y obcecado
de mantener el cauce y la mirada.

Desde el puente,
tus reflejos de ameba iridiscente
estallan calmos, me dilatan, me contraen,
en un musical silencio de latidos apagados.

¡Contagiame la gracia
que, aún en los estertores subcutáneos de tu muerte,
le gritás a las ruinas fabriles de tu vera,
que, atónitas,
en su limbo lunar de grúas oxidadas,
no entienden (pobreza mineral)
que en tu lecho de barros venenosos
subyace el germen resistivo de tu vida!