Asunción
Pequeños signos
garabatos en la noche
tratan de mostrarme caminos
métodos
opciones
círculos difusos
pentagramas
bocetos cuadrúpedos
peces alados
runas de silicio
giran
nadan
se acercan y se alejan
en la oscura felpa
Secciones
(bolsillo/mis pruebas)
Ejemplo de Tabbox
Pequeños signos
garabatos en la noche
tratan de mostrarme caminos
métodos
opciones
círculos difusos
pentagramas
bocetos cuadrúpedos
peces alados
runas de silicio
giran
nadan
se acercan y se alejan
en la oscura felpa
El solitario es eso, no hay que ahondar mucho en el tema. Un ser retraído, esquivo, enquistado, con algunos brotes o ramificaciones que a veces lo conectan con los demás o con la realidad (la otra, ya que él tiene la propia), pero que no hacen a su esencia. Conexiones para no sentirse ajeno a todo, excluido, paria, o para una relación políticamente correcta que no ofenda al prójimo.
Si para sujetar lo conseguido
habré de abarcar más lo abarcado,
si para conservar lo que he ganado
debiera aflojar lo que he ceñido,
si para no perder lo que, de aumento,
acumula mi cuerpo agradecido
cual vasija de caro contenido
rebosante de cálido elemento
Video
Haciendo chirriar sus engranajes
el pájaro mecánico
intenta el movimiento
como un otoño solar
se desprenden y planean
sus plumas de fuego
Ocaso aplacó tus vapores agresivos
y una brisa a contramano
no alcanza a rizar tu epidermis aceitosa
cuyas lácteas lunecencias
ondulan, como boas ancestrales,
hacia un remoto origen de yemas optimistas.
Cinta de luto, aún más anochecida,
con una hebilla de plata que trae del recuerdo
orillas frescas y juncos estremecidos.
¡Pobrecito animal manso y apaleado!
En tu agónico reptar de pluviales movimientos
aún persiste la memoria del vergel y los jazmines.
Esta noche olvidás la ofensa suburbana
y brillás,
generosa guirnalda que se tiende
desde mi desazón al ojo ebúrneo
que nos mira discurrir conjuntamente
en un intento terco y obcecado
de mantener el cauce y la mirada.
Desde el puente,
tus reflejos de ameba iridiscente
estallan calmos, me dilatan, me contraen,
en un musical silencio de latidos apagados.
¡Contagiame la gracia
que, aún en los estertores subcutáneos de tu muerte,
le gritás a las ruinas fabriles de tu vera,
que, atónitas,
en su limbo lunar de grúas oxidadas,
no entienden (pobreza mineral)
que en tu lecho de barros venenosos
subyace el germen resistivo de tu vida!
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera