Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas... necesarias

OrquideAlucinadA

mis pruebas

(bolsillo/mis pruebas)

Ejemplo de Tabbox

Poesía

Avenoche


Luego de jugar a nada
cuando las tristes máscaras agrietadas
caen con otoñal futilidad
y el carrusel vacío silencia su letanía
paso a paso me adentro en las oscuras mieles de la noche
penetro blandamente la membrana azabache de lo íntimo
y, ya suspendido en la ingravidez vibrante
donde los contrastes afilan sus dagas contundentes,
ansioso espero la llegada del ave.

Leer más...

Prosa

Laudanopithecus

Menudo, de movimientos torpes y andar pendulante, curioso como un gato y ávido de nociones como un niño, el laudanopithecus (farii bragansis) iba de las rocas a los árboles, escarbando entre las grietas, desprendiendo cortezas en busca de mínimas maravillas.

Leer más...

Humor

Chacarera del grillito

Dentró un grillito en el rancho
y el gato que lo pispiaba
dende abajo de la mesa
ya encimita le saltaba.

¡grillo, grillo, grillo cricrí
grillo sal de ahí!

Queriendo salvar a bicho
(animalito de dios)
manotié la cola al gato
y las uñas me clavó.

¡gato, gato, gato ronrón,
eso sí que no!

Leer más...

Nubes a cuerda

El vals de las conciencias globulares

Salto al pelotero cósmico y brillante
de las leves conciencias globulares
miles de esferas transparentes
blandas
que rebotan con movimientos suaves

dentro de cada una
ojos manos orejas expectantes
se divierten saltando por el aire

Leer más...

Ocaso aplacó tus vapores agresivos
y una brisa a contramano
no alcanza a rizar tu epidermis aceitosa
cuyas lácteas lunecencias
ondulan, como boas ancestrales,
hacia un remoto origen de yemas optimistas.

Cinta de luto, aún más anochecida,
con una hebilla de plata que trae del recuerdo
orillas frescas y juncos estremecidos.

¡Pobrecito animal manso y apaleado!
En tu agónico reptar de pluviales movimientos
aún persiste la memoria del vergel y los jazmines.
Esta noche olvidás la ofensa suburbana
y brillás,
generosa guirnalda que se tiende

desde mi desazón al ojo ebúrneo
que nos mira discurrir conjuntamente
en un intento terco y obcecado
de mantener el cauce y la mirada.

Desde el puente,
tus reflejos de ameba iridiscente
estallan calmos, me dilatan, me contraen,
en un musical silencio de latidos apagados.

¡Contagiame la gracia
que, aún en los estertores subcutáneos de tu muerte,
le gritás a las ruinas fabriles de tu vera,
que, atónitas,
en su limbo lunar de grúas oxidadas,
no entienden (pobreza mineral)
que en tu lecho de barros venenosos
subyace el germen resistivo de tu vida!