La mano de hoy
Mano que ha acariciado
rostros, cabellos y cuerpos
mano que ha lastimado
en pasados duraderos
Mano que por arduo pan
ha encallecido y sangrado
mano que se ha aferrado
a lo que hay de dignidad
Secciones
(bolsillo/mis pruebas)
Ejemplo de Tabbox
Mano que ha acariciado
rostros, cabellos y cuerpos
mano que ha lastimado
en pasados duraderos
Mano que por arduo pan
ha encallecido y sangrado
mano que se ha aferrado
a lo que hay de dignidad
Los contornos de la ciudad se estremecieron sordamente con un movimiento de animal subterráneo. El crepúsculo sobredibujaba un eco rojizo en el círculo lejano del horizonte, pero nadie lo vió (la barrera de hormigón, eterna, inquebrantable).
Conseguirás tu víctima inocente
en una chacra al borde del camino.
Doce kilos, no más, tendrá el porcino
para que el plato sea procedente.
Una vez degollado, en agua hirviente
deberás desollarlo y un buen vino
descorcharás brindando por el tino
de la destripación, mas sé paciente:
Video
La hematocrisis continua
de la lámpara de lava
es la pesadilla consciente
del vampiro encadenado
Oscuro Prometeo
su boca
borboteante de saliva
maldice a Pavlov
y clama por una estaca.
Ocaso aplacó tus vapores agresivos
y una brisa a contramano
no alcanza a rizar tu epidermis aceitosa
cuyas lácteas lunecencias
ondulan, como boas ancestrales,
hacia un remoto origen de yemas optimistas.
Cinta de luto, aún más anochecida,
con una hebilla de plata que trae del recuerdo
orillas frescas y juncos estremecidos.
¡Pobrecito animal manso y apaleado!
En tu agónico reptar de pluviales movimientos
aún persiste la memoria del vergel y los jazmines.
Esta noche olvidás la ofensa suburbana
y brillás,
generosa guirnalda que se tiende
desde mi desazón al ojo ebúrneo
que nos mira discurrir conjuntamente
en un intento terco y obcecado
de mantener el cauce y la mirada.
Desde el puente,
tus reflejos de ameba iridiscente
estallan calmos, me dilatan, me contraen,
en un musical silencio de latidos apagados.
¡Contagiame la gracia
que, aún en los estertores subcutáneos de tu muerte,
le gritás a las ruinas fabriles de tu vera,
que, atónitas,
en su limbo lunar de grúas oxidadas,
no entienden (pobreza mineral)
que en tu lecho de barros venenosos
subyace el germen resistivo de tu vida!
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera