Madre circular
El mar extiende sus brazos
acariciando las planicies onduladas de la arena
cierra la espuma de sus párpados
y sueña
toda la inmaterialidad de sus anhelos
tenues
transparentes
se eleva en columnas invisibles
donde todo el celeste de la espera
la concentra en vellones tiernos
blancos viajeros del deseo
difusos transatlánticos
transportando todo el albor de la esperanza