Secciones
(a los paladares delicados)
A las almas sensibles que examinan
estas letras procaces y sencillas
les prevengo: a veces las cosquillas
con un colon vencido se terminan.
En el zafio decir, el verso burdo,
en la soez chicana de la lengua
la pena retrocede, cae, mengua,
y en las guirnaldas locas del absurdo
destellan las hilachas de la risa
sus luces de cordiales villanías.
Hecha la prevención, caro lector,
del hato vil de atroces tropelías,
y como no traiciona quien avisa,
espero que me leas sin rencor.
O que huyas, dejando en los estantes
intactas estas páginas huemantes
de términos vulgares e impudor.
Etiqueta | Cantidad |
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De risas y vulgaridades | 22 |
Dispersos por la vereda
en estratégica trama
acechan, fétido drama,
al caminante apurado
para empastarle el calzado,
sea caballero o dama.
Un señor muy atildado
de monóculo y leontina
saca a la joya canina
a soltar su intestinada
y se va, como si nada,
dejando el “boyo” en la esquina.
Tu piel tiene la tibieza
de los pedos que, en la cama,
uno deja salir, quedos,
en la noche o la mañana.
En tus ojos se adivina
la calidez que provoca
el pis en una PIScina;
ojos pardos que semejan
dos culos de perros negros
que en la oscuridad se alejan.
Cuando mi último suspiro
desparrame sus vapores
en las cavernas del tiempo
libre ya de mis temores
cuando mis huesos no pidan
más de lo que puedo darles
y mis narices no huelan
nuca más los buenos aires
A veces la melancolía
martillea con su oboe cadencioso
sólo a veces
la mayor parte del tiempo
es un pedo en el que me refocilo.
— DHB
La natural y bella hormiga
se asomó por su seguro agujero
recorrió su certero camino
se detuvo ante la verde hoja
la tomó con sus brillantes pinzas
y volvió por el seguro camino
se metió en su verde agujero
dejó la brillante hoja en la alacena
cerrando el ciclo de su natural tarea.
Después llegó el certero DDT.
— DHB
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera