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- El hombre espejo
- uelve y asfixia. En nuestros estertores vemos los ojos grises, la boca gris, las manos grises y nos desp... los dientes brillantes, las manos de artista, los ojos luminosos. Y, donde debería haber un esqueleto d
- Nocturno en la fronda
- erpo al cuenco del tibio regocijo de la hora, mis ojos acostumbraron su asombro a las reptantes, volador... por el bálsamo de esa grata oscuridad, cerré los ojos y realmente pude ver. {{tag>prosa de_savias_extr
- Adrianita
- silvestre", una nena de cabello largo, oscuro, de ojos levemente tristones y una voz algo disfónica, com
- La primera palabra
- a resaltar su musculatura en cada movimiento, los ojos casi desaforados por la alegría de los brincos y
- Melody
- la mano, como para desear envejecer mirando a los ojos. Incluso como para institucionalizarlo con el cas
- Soy la brisa impertinente
- a, donde más hermanos indican que debo visitar tu ojos. Tropiezo en tus pestañas y algo he conmovido: u
