Secciones
Brilla el sapo su elástica epidermis
y el globular misterio de su mirada acuosa
encierra en mellizas escafandras
los navegables secretos de su vida.
Esconde en la rugosa carcaza de su lomo
las lágrimas de un mundo subreal
y en su batracio idioma tenoriza
un salmo de conjuros legamosos.
Quieto y frío en su comarca
humedecida de sombras y de espera
nos ve pasar
paciente
socarrón
y tierno
pensando quién sabe en qué insectívoras
leyendas de antiguas nochedades
cuando su cola aún era un presente
de primordiales impulsos a las costas.
Te escucho
amigo
y me recuerda
tu canto de sonoras oquedades
ese viejo llamado en mi conciencia
a una lacustre soledad opalescente
de rumores apagados y lejanos
que acompasaban mi quietud de alga.
Y es esa verde brillantez anura
como un destello hipnótico en mi noche
que calma la estridencia de las llamas
que bebo cada día.
Muchas gracias.
— DHB
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera