Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas... necesarias

OrquideAlucinadA

Trino desmesurado

A Luciana Jury
y sus tripas cantoras

Sangrando estaba una estrella
y en mi corazón se hundía,
empapando el alma mía
con su muerte, la más bella.
Era furiosa centella
haciéndose carnadura
con pasión y con dulzura
en los resquicios del alma,
era sublevada calma
con trinos de desmesura.

Con la daga de tu canto
vas degollando la muerte
y aquél que tenga la suerte
de escucharte en el quebranto
sabrá que no es el espanto
lo que tu garganta excita,
es tu sangre que palpita
como en la boca del puma
sangra su plata la luna
y en sones se regurgita.

Sones de plata y espuma,
jazmines huracanados
que florecen empapados
por la lluvia que rezuma
toda tu estirpe moruna,
savias de azúcar salvaje
cual subyugante brebaje
que trasciende los sentidos
y al compás de tus latidos
nos arrastra con tu viaje.

Estalla la noche oscura
en artificios de notas,
la atmósfera se alborota
con delicada bravura
y sala la matadura
que tajea el corazón
la fuerza de tu canción
como un cocimiento hereje
que nos desteje y nos teje
un manto de advocación.

Luciana canta y descanta,
ríe, gime y vocifera,
conjura a todas las fieras
con la miel de su garganta;
un ángel se solivianta,
un diablo fiero se amansa
y no hay escudo ni lanza
que le haga frente a su canto,
no hay demonio y no hay santo
inmune a sus acechanzas.

¡Ay, morena que me lloras
como un ave celestial,
que rompes el roquedal
de mis penas mordedoras
con tu pasión bienhechora,
tu trino desmesurado
clava y hurga mi costado
como un dardo bendecido,
y en mi corazón herido
florecen cantos alados!

DHB