Rosita, La Ferroviaria
Dicen que era muy bonita
de niña y de muchachita
cuando comenzó rodar
por andenes y vagones
vendiendo caramelitos
a quien quisiera comprar.
Luego, ya más grandecita
muchacha enamoradiza
tuvo un novio por mes.
Todos ellos ferroviarios
todos muy olvidadizos
cuando llegaba el bebé.