Secciones
(a los paladares delicados)
A las almas sensibles que examinan
estas letras procaces y sencillas
les prevengo: a veces las cosquillas
con un colon vencido se terminan.
En el zafio decir, el verso burdo,
en la soez chicana de la lengua
la pena retrocede, cae, mengua,
y en las guirnaldas locas del absurdo
destellan las hilachas de la risa
sus luces de cordiales villanías.
Hecha la prevención, caro lector,
del hato vil de atroces tropelías,
y como no traiciona quien avisa,
espero que me leas sin rencor.
O que huyas, dejando en los estantes
intactas estas páginas huemantes
de términos vulgares e impudor.
Etiqueta | Cantidad |
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De risas y vulgaridades | 22 |
Un hemistiquio inicia mi verso alejandrino
y una segunda parte completa su misión
serán catorce versos que marquen el camino
y una cesura o pausa como verbal mojón.
Con éste dos cuartetos de rítmico destino
completo y es el medio de un texto juguetón.
Si, ya casi llegamos, seguro que le atino.
Pues sí, el centro justo: el anterior renglón.
Si de escribir se trata, no me niego
a estar con el trasero, quietamente,
anclado en mi butaca, indiferente
a toda circunstancia ajena al juego
de hallar una metáfora decente,
o la chispa inicial que ponga fuego
a la lumbrera interna con que luego
ilumino el vacío de mi mente.
En un misterioso predio
De La Rioja, en plena coche,
sin alcohol y sin soroche,
un susto me partió al medio
sacudiéndome de un tedio
que derivaba en bajón.
Detrás de oscuro telón
de terrorífica urdimbre,
me estremeció como a mimbre
el terrible lobizón.
— DHB
Acá vengo a presentarme
con mi trajecito e'gala.
No es lechuga, acelga o chala
ni uniforme de gendarme
lo qu'encima vine a echarme,
ej'azí verde mi cuero,
(aunque le parezca fiero)
también verde es mi vihuela
y, aunque tenga poca escuela,
soy lagarto guitarrero.
— DHB
A pura velocidad
en dos ruedas, meta y meta,
mi rauda motocicleta
me lleva a cualquier lugar.
Viajo de aquí para allá
sin demora y sin espera,
paso a quinta de primera
volando y sin asustarme.
Permítanme presentarme:
soy la iguana motoquera.
— DHB
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera