Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas... necesarias

OrquideAlucinadA

Juntapalabras

A veces hosco, solitario, empedernidamente sociófugo. Otras amable, divertido y sociable. Casi siempre abstraído por amorfas irrealidades y quimeras equívocas que lo apartan del limbo que adivina en su derredor, protegiéndose de las agresiones de una realidad que siente profundamente ajena.

Recuerda su lejano pasado como Laudanopithecus, cuando juntaba simples retazos del mundo para armar elementales ornamentos y sencillos artefactos curiosos y completamente inútiles. Era feliz en su periplo de creador de naderías. Ahora, con el alma y la mente más complejas, junta símbolos, arcanos inefables a los que trata de unir en jeroglíficos de significación subjetiva con la esperanza de que alguien sienta alguna resonancia, se sienta tocado por la simpatía o la repulsa, perciba la caricia o el arañazo.

Su radar permanente gira y registra las más mínimas alteraciones del ambiente simbólico y del plasma real; capta los agujeros en las sombras y los granos de luz diferenciados en el mar de las encandilaciones. Enhebra sus hallazgos en cadenas extrañas, con secuencias regidas por su particular sentido del orden y del caos, armando redes demenciales que, como algunas plantas carnívoras, supuran aceites pegajosos para atrapar miradas incautas y curiosas.

Recoge y resignifica. Desarma y reconstruye. Hilvana cada trozo de sentido en mallas incomprensibles a primera vista. Y hurga en sus intersticios buscando posibles nuevos ordenamientos. A cada ínfima modificación suceden nuevas maravillas o desastres. No importa: el cambio, la novedad, es su meta. La transformación permanente del presente, de lo hecho, de lo imaginado y lo por venir lo obsesionan. La posibilidad de ver las cosas desde otro lado, de ser a la vez emisor y receptor, creador (aceptemos retóricamente que alguna vez creamos algo) y resultado, es su necesidad y su divertimento.

A veces queda satisfecho, otras (las más) siente que la búsqueda es interminable. Como son interminables la ignorancia, el deseo, la necesidad de luz. Y de oscuridad.

DHB