Cuequita esquivadora
De tanto y tanto mirarte
coloraos tengo los ojos,
los cambiaré por dos uvas
pa'que me veás sin enojo.
Quizá quieras saborearlos
a la sombra del parral,
ojos y boca juntitos,
probalos, no te harán mal.
¡Ay, mocita esquivadora,
tus generosas caderas
cuando van y cuando vienen
más que el vino me marean!