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Hija pobre de la literatura 1), la poesía no tiene - en el sentimiento de las mayorías - el arraigo que tienen la novela y el cuento. Tal vez por su esencia simbólica, tal vez por prejuicios.
Paradójicamente, internet es un muestrario de miles y miles y miles de espíritus creadores de esos compendios de consciencia que, con mayor o menor fortuna, intentan derramar esos guijarros del alma y compartirlos con el resto del mundo.
Y si hablamos de poesía en idiomas que no son el nuestro (con excepciones de lenguas de países dominantes) más perdida la vemos en la niebla del desconocimiento.
Hallar poemas de tierras extranjeras es como ir levantando piedras en caminos desconocidos, allí debajo hay un mundo a descubrir, un universo poblado por miríadas de criaturas prestas y deseosas de asaltar e invadir nuestra atención.
Hoy, como nunca, es fácil acceder a esos tesoros, los invito a hacer minería poética recorriendo estos sitios 2).
☟ Algunos autores ☟
África
África, mi África,
África de los altivos guerreros en las sabanas ancestrales,
África que mi abuela canta
Al borde de su río lejano,
Nunca te he conocido
Pero mi mirada está llena de tu sangre,
Tu bella sangre negra a través de los campos derramada,
La sangre de tu sudor,
El sudor de tu trabajo,
El trabajo de la esclavitud,
La esclavitud de tus hijos.
África, dime África,
¿Eres tú pues esa espalda que se inclina
Y se tiende bajo el peso de la humildad,
Esa espalda temblorosa con rayaduras rojas
Que dice sí al látigo en los caminos del mediodía?
Entonces gravemente me respondió una voz:
-Hijo impetuoso, ese árbol joven y robusto,
Ese árbol allá lejos,
Espléndidamente solo en medio de flores blancas
Y marchitas,
Es África, tu África que reverdece,
Que reverdece pacientemente, obstinadamente,
Y cuyos frutos tiene poco a poco
El amargo sabor de la libertad.
Te agradezco, Señor
Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
que hayas hecho de mí
la suma de todos los dolores,
y puesto sobre mi cabeza, el Mundo.
Visto la librea del Centauro
y llevo el Mundo desde la primera aurora.
El blanco es un color de circunstancias,
el negro, el color de todos los días,
y llevo el Mundo desde el primer crepúsculo.
Estoy contento
con la forma de mi cabeza
hecha para llevar el Mundo,
Satisfecho
de la forma de mi nariz
que debe aspirar todo el viento del Mundo,
Fuego y ritmo
Sones de grilletes en las carreteras
cantos de pájaros
bajo el verdor húmedo de los bosques
frescura en la dulce sinfonía
de los cocotales
fuego
fuego en el césped
fuego sobre las calientes planicies de Cayatte
En la verde arboleda
A menudo he caminado por el bosque
sin encontrar jamás
al que busco
ni en los senderos tortuosos
donde danzan las sombras a la luz de la luna
ni junto a las lagunas
ni en las márgenes de las fuentes
donde crecen los lirios
y la tímida cierva
sacia su sed al alba
jamás he encontrado
al que busco;
aunque su canto llenase el bosque
y el corcel blanco
esperase en la arboleda
estaba ausente
sola he vagado por entre los árboles
y sembrado de flores sus huellas.
Inocencia
Bajo tanto sol
en una barca estrecha
la alegría
de sentir contra mis rodillas
la desnudez pura de un niño
y el ebrio tormento de incubar en la sangre
lo que él ignora.
Letras inútiles, confusas, desorientadas, puercas, escandalosas… necesarias para quien las profiriera